Investigación en curso y colaboración institucional
El Colegio Irlandesas Loreto ha pedido que predomine la prudencia mientras las pesquisas oficiales continúan tras el fallecimiento de una estudiante de 14 años que puede estar vinculado a un episodio de acoso escolar. La dirección asegura que coopera con los cuerpos que examinan los hechos y que prioriza la seguridad del alumnado.
Aspectos legales que se están activando
La Fiscalía de Menores ha puesto en marcha diligencias diferenciadas: una orientada a indagar sobre la posible implicación de compañeras o compañeros y otra para valorar si existió una omisión o responsabilidad institucional. Estos procedimientos buscan aclarar responsabilidades tanto individuales como administrativas.
Atención emocional inmediata y apoyo escolar
El centro ha reforzado su equipo de bienestar emocional para atender al alumnado y a las familias afectadas. Es clave ofrecer acompañamiento continuado: los protocolos efectivos combinan intervención psicológica, mediación y vigilancia educativa.
- Establecer canales confidenciales para denunciar incidentes.
- Formación obligatoria del personal en detección de bullying.
- Comunicación clara y periódica con las familias.
- Coordinación con servicios sociales y fuerzas investigadoras.
Prevención y medidas a medio plazo
Para reducir riesgos a futuro, conviene implantar programas de convivencia, educación emocional y alfabetización digital. Diversos estudios sitúan entre el 10% y el 20% la prevalencia de episodios de acoso entre adolescentes, lo que subraya la necesidad de políticas sostenidas.
Un ejemplo práctico que muchas escuelas adoptan es el uso de buzones anónimos y comités de convivencia formados por alumnado, familias y profesorado para identificar y resolver conflictos antes de que escalen.
En resumen, mientras el proceso judicial sigue su curso, la prioridad debe ser la protección de menores, la atención psicosocial y la implementación de medidas preventivas que eviten que situaciones similares se repitan.