Contexto político y el mensaje presidencial
En los días previos a la votación nacional, el presidente emitió un mensaje para disipar inquietudes sobre el papel de la inteligencia artificial en la redacción de la Carta Magna. Aclaró que la herramienta no sustituirá el proceso humano de deliberación ni tomará decisiones normativas, y aprovechó para subrayar que su gobierno impulsa programas de formación —entre ellos la entrega de 30.000 becas— para que más ciudadanos aprendan a manejar estas tecnologías.
IA como asistente, no como autor: beneficios y límites
Desde una perspectiva práctica, la IA puede acelerar tareas como el análisis de propuestas, la detección de solapamientos normativos o la síntesis de comentarios públicos, pero no reemplaza la legitimidad que otorga el debate ciudadano. Herramientas automáticas sirven para procesar información, no para decidir valores constitucionales, que requieren deliberación, negociación y voto.
- Uso útil: resumir miles de aportes en menos tiempo.
- Riesgo: delegar juicios éticos en algoritmos poco transparentes.
- Necesidad: formación cívica para interpretar resultados técnicos.
Impacto sobre el referéndum y la participación ciudadana
Con el referéndum cercano, la conversación gira en torno a la confianza. Encuestas recientes muestran que alrededor del 60% de la población desea garantías explícitas de que decisiones clave permanecerán en manos humanas. Por eso, además de las becas, es crucial establecer protocolos que regulen el empleo de sistemas automatizados en procesos públicos.
En síntesis, la adopción de tecnologías debe acompañarse de transparencia y educación: la inteligencia artificial potencia capacidades técnicas, pero no puede suplantar la soberanía popular ni la responsabilidad política en la elaboración de una nueva Constitución.


