miércoles, noviembre 12, 2025
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Pradales impulsa que Euskadi dé un salto cualitativo

Repensar la internacionalización: de presencia a protagonismo

La salida de una región al exterior no puede limitarse a comerciar o a establecer sucursales: debe transformarse en una estrategia deliberada para aumentar la influencia y generar beneficios duraderos. Hoy, más que nunca, resulta imprescindible diseñar políticas públicas y privadas que impulsen sectores con capacidad de exportación y elevación tecnológica, sin dejar de lado el desarrollo social interno.

En el contexto vasco, esta necesidad de evolucionar se traduce en pasar de la mera internacionalización —estar presentes en mercados exteriores— a jugar un papel activo en las cadenas de valor globales. Para ello conviene combinar inversiones directas en industria con medidas que permitan escalar proyectos locales a dimensión internacional.

Tres pilares para un salto cualitativo

  • Inversión productiva estratégica: priorizar capital que modernice procesos y aumente capacidad exportadora.
  • Talento y tejido empresarial: reforzar la formación técnica y el apoyo a pymes para que escalen.
  • Gobernanza y cohesión social: asegurar que las transformaciones económicas vayan acompañadas de medidas sociales y de participación.

Cada uno de estos pilares exige instrumentos concretos: fondos de coinversión, programas de formación modular, y mecanismos de diálogo entre instituciones y agentes económicos. No basta con enunciar prioridades; hace falta diseñar rutas de implementación con indicadores claros.

Financiación orientada a resultados

Una política de inversión productiva debe vincularse a resultados tangibles: creación de empleo cualificado, incremento de exportaciones y mejoras en productividad. Los recursos públicos pueden ser catalizadores si se emplean para reducir el riesgo en etapas tempranas y atraer capital privado que acompañe procesos de escala.

Un ejemplo práctico: un fondo regional que cofinancia ampliaciones de plantas de energías renovables o la transformación digital de talleres industriales, condicionando el aporte público a metas de internacionalización y creación de empleo estable. Esta fórmula acelera modernización sin sustituir la inversión privada.

Innovación con raíces: seleccionar ventajas competitivas

No todas las tecnologías merecen el mismo esfuerzo. Es preferible concentrar recursos donde existe masa crítica y encaje con el tejido local: por ejemplo, sistemas avanzados de fabricación, soluciones agroalimentarias sostenibles o tecnologías para economía circular. Identificar esas áreas permite construir clusters que atraigan talento y capital.

En vez de dispersar ayudas, las administraciones pueden crear centros de escalabilidad que ofrezcan prueba de concepto, certificación y acceso a mercados internacionales, reduciendo así la brecha entre proyecto innovador y producto exportable.

La fuerza del capital humano y la formación

Una región que aspira a competir fuera necesita una estrategia educativa orientada a la empleabilidad. Programas de formación dual, reciclaje profesional y alianzas universidad-empresa son esenciales para que la mano de obra local responda a la demanda tecnológica.

Por ejemplo, impulsar módulos de formación en robótica aplicada a pymes o en análisis de datos para el sector alimentario puede multiplicar las oportunidades de exportación y atraer proyectos de inversión extranjera que busquen entornos con talento cualificado.

Medir para ajustar: indicadores que marcan el rumbo

Definir indicadores permite saber si el salto cualitativo funciona. Entre los más relevantes están la tasa de empresas exportadoras recurrentes, el porcentaje de inversión privada cofinanciada por fondos públicos, y el crecimiento de empleos de alta cualificación. Estas métricas ayudan a priorizar y redirigir recursos.

Políticas inclusivas: la inversión debe beneficiar a la mayoría

El éxito económico no se sostiene si no existe cohesión social. Es necesario articular medidas que combinen inversión productiva con políticas de vivienda, salud y educación que den estabilidad a la ciudadanía. Un equilibrio adecuado evita fracturas y refuerza el apoyo ciudadano a cambios profundos.

Por ejemplo, destinar una parte de los recursos a programas de movilidad laboral y vivienda asequible para trabajadores de sectores en expansión facilita que la creación de empleo tenga efectos reales en la comunidad local.

Alianzas internacionales y proyección exterior

Ser un actor relevante en el escenario global requiere alianzas estratégicas: convenios con centros de investigación extranjeros, acuerdos comerciales sectoriales y participación activa en redes europeas. Estas relaciones multiplican oportunidades de negocio y colocan a la región en ola de proyectos de alto valor.

Un caso plausible sería el impulso de consorcios transnacionales para desarrollar soluciones energéticas marinas, donde empresas locales aporten know‑how industrial y socios europeos contribuyan con mercados y capital.

Recomendaciones operativas

  • Crear instrumentos financieros que prioricen proyectos con planes de internacionalización claros.
  • Fortalecer programas de formación adaptativa vinculados a sectores estratégicos.
  • Establecer centros de escalado que conecten I+D con producción y mercado.
  • Medir impacto con indicadores públicos y revisables anualmente.
  • Garantizar políticas sociales que acompañen la transformación productiva.

Estas medidas, combinadas, configuran una hoja de ruta pragmática: no se trata solo de mirar fuera sino de construir capacidad interna para competir y liderar. La transición exige decisiones valientes y coordinadas entre gobierno, empresas y sociedad civil.

Conclusión: transformar la ambición en resultados

Pretender que una región deje de ser una mera participante para convertirse en protagonista del mercado global es un reto de políticas públicas y de agentes privados. La clave está en orientar la inversión productiva hacia proyectos con efecto multiplicador, en capacitar a las personas y en diseñar una gobernanza que asegure beneficios compartidos. Si se actúa con foco y prudencia, ese salto cualitativo es alcanzable.

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