Recorte inmediato y calendario de cierre
La sociedad propietaria de la central de Almaraz ha reducido en 200 empleos la plantilla prevista para la próxima intervención en la unidad II. La decisión se enmarca en la cuenta atrás hacia el cese definitivo en octubre de 2028, lo que ya obliga a ajustar labores y contratos vinculados a la operación.
Qué implica la menor movilización de personal
Menos trabajadores en la recarga anticipan una menor demanda de servicios técnicos, alojamientos y logística en los municipios cercanos. Ese ajuste reduce la actividad de empresas locales que habitualmente prestan servicios temporales durante las paradas de planta, afectando tanto a contratistas como a subcontratistas.
Trabajos programados durante la recarga
La intervención abarcará tareas de sustitución y mantenimiento crítico: la renovación de elementos de combustible, revisiones en turbinas y comprobación de sistemas de refrigeración y seguridad. El plan contempla una duración aproximada de 33 días y la sustitución de unos 60 elementos del combustible.
Impacto laboral y económico local
En su conjunto, el fin de la explotación plantea un declive sosteni do en la ocupación regional. Las estimaciones apuntan a la pérdida de cerca de 4.000 puestos entre empleos directos e indirectos, con efectos en comercio, hostelería y servicios profesionales.
Lecciones y alternativas desde otras experiencias
Otras regiones con plantas en desmantelamiento han logrado mitigar el impacto combinando formación especializada, proyectos de reutilización de infraestructuras y atracción de inversiones industriales. Por ejemplo, en algunas zonas se crearon centros de gestión de residuos y mantenimiento que absorbieron parte de la mano de obra local.
- Programas de recualificación profesional para técnicos y operarios.
- Conversión de instalaciones para actividades industriales o logísticas.
- Incentivos municipales para atraer empresas tecnológicas o energéticas.
Medidas que pueden aliviar la transición
Una estrategia coordinada entre empresa, administraciones y agentes sociales puede suavizar la transición: planes de empleo, apoyo a pequeñas y medianas empresas locales y promoción de proyectos de economía circular que utilicen la infraestructura existente son opciones viables.
Reflexión final: planificar antes de apagar
El adelanto de recortes revela la urgencia de diseñar respuestas estructuradas. Garantizar oportunidades laborales y dinamizar la economía local requiere acción inmediata y visión a largo plazo para que el fin de la explotación no sea, automáticamente, sinónimo de declive.