Calendario y cuantías anunciadas
BBVA ha comunicado un reinicio de su política de retorno de capital con varias medidas concretas: la recompra de acciones pendiente se activará el 31 de octubre por un importe aproximado de 1.000 millones de euros y, días después, está previsto un dividendo de 0,32 euros por acción que conforma parte de un reparto cercano a 1.800 millones. Además, la entidad ha señalado que dispone de alrededor de 13.000 millones para distribuir en el corto plazo y mantiene un plan plurianual de retribución que suma 36.000 millones hasta 2028.
Impacto esperado sobre accionistas y valoración
Desde una perspectiva financiera, las compras de acciones suelen fortalecer el beneficio por acción al reducir el número de títulos en circulación; por ello, la recompra significativa anunciada puede actuar como soporte para el precio de la acción y mejorar métricas clave de rentabilidad. Estudios del sector sugieren que programas de recompra bancarios pueden elevar el BPA entre un 3% y un 7% en el primer año, aunque el efecto varía según el momento de ejecución.
- Liquidez distribuible inmediata: ~13.000 millones.
- Pago directo a accionistas: dividendo periódico y compras a mercado.
- Potencial mejora de ratios por acción y distribución del exceso de capital.
Contexto regulatorio, capital y riesgos
El consejo ha vinculado la ampliación de las recompras a la autorización del BCE debido al exceso de capital detectado por encima del 12%. Esta frontera regulatoria es determinante: sin el visto bueno supervisor, el programa adicional no puede iniciarse. A su vez, los inversores deben considerar riesgos como fluctuaciones del mercado, cambios en la normativa o sorpresas en resultados que limiten futuras distribuciones.
En paralelo, la entidad proyecta mejorar su eficiencia hacia aproximadamente el 35% y mantener un ROTE elevado (alrededor del 22% según previsiones), lo que, de cumplirse, reforzaría la sostenibilidad del plan de remuneración frente a alternativas como adquisiciones o aumento de capital.
Conclusión: ¿qué deben tener en cuenta los inversores?
Para los accionistas, la combinación de dividendos y compras de acciones es una señal de que la entidad opta por devolver capital en lugar de expandirse por compra externa. No obstante, conviene vigilar la confirmación del regulador, la ejecución efectiva de las compras y la evolución del beneficio neto en los próximos trimestres. En resumen, se trata de una estrategia orientada a recompensar al accionista que también implica condicionantes de supervisión y riesgos operativos.