El Impacto de un Colapso Energético Inesperado
La mañana del 28 de abril de 2025 quedó grabada en la memoria colectiva española como un hito de incertidumbre. Un inédito apagón eléctrico de alcance nacional paralizó la actividad en todo el país durante horas, sumiendo a millones de ciudadanos en la oscuridad y el desconcierto. Desde hogares hasta centros de trabajo y transporte, la interrupción del suministro generó especulaciones inmediatas, incluyendo rumores de un ciberataque, que el gestor de la red, Red Eléctrica, se apresuró a desmentir al día siguiente. Este evento catastrófico no solo puso a prueba la resiliencia de la infraestructura energética, sino que también desató una intensa búsqueda de culpables y una profunda reflexión sobre la seguridad del sistema eléctrico español.
La Danza de las Responsabilidades: Del Gobierno a las Generadoras
Inmediatamente después del incidente, la presión política se hizo patente. El presidente del Gobierno convocó a los líderes de las principales compañías energéticas y a la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, a una reunión urgente. La atmósfera era tensa, con el jefe del ejecutivo manifestando su frustración ante lo que calificó como un «fallo generalizado». En este primer careo, se evidenció una tentativa inicial de culpar a la energía nuclear, rápidamente desmentida por los expertos presentes. En este contexto de máxima tensión, la presidenta de Red Eléctrica, cuya posición se veía seriamente comprometida por la magnitud del incidente, comenzó a perfilar su estrategia defensiva, orientada a señalar a las empresas generadoras como principales responsables del colapso.
Desafíos en la Gestión de la Red: Entre lo Técnico y lo Político
El debate técnico sobre las causas del apagón no tardó en surgir, revelando la complejidad de gestionar un sistema eléctrico moderno. Expertos en energía pronto apuntaron a la posibilidad de un exceso de generación renovable, particularmente fotovoltaica, que el sistema no pudo absorber eficazmente debido a desequilibrios internos. La necesidad de un mix energético más diversificado, con un soporte adecuado de tecnologías como el gas, la nuclear o la hidráulica, se hizo evidente. Esta perspectiva contrastaba con la postura de Red Eléctrica, responsable de la operación y planificación del sistema. Además, informaciones posteriores sugirieron que la narrativa del gestor fue cuestionada por avisos previos de desequilibrios por parte de otras empresas y la propia existencia de informes de Red Eléctrica que alertaban sobre riesgos de apagón en los días previos, lo que añadió capas de complejidad a la evaluación de la cadena de mando y la toma de decisiones.
La Estrategia de Defensa de Red Eléctrica: Una Visión Crítica
En sus apariciones públicas, Beatriz Corredor mantuvo una línea argumental constante: el apagón fue el resultado de «desconexiones masivas» de la generación, que provocaron un desequilibrio y la posterior desconexión con Francia. Declinando dimitir, defendió la idoneidad del mix energético y descartó cualquier relación directa entre las renovables y el incidente. En una comparecencia ante el Senado, la presidenta llegó a referirse a su rol como «no ejecutivo», un argumento que generó debate sobre los límites de la responsabilidad directiva en una corporación estratégica. Su informe posterior, presentado junto a otros directivos de la compañía, reiteró que, de haber cumplido las eléctricas con las normativas de control de tensión, el apagón no se habría producido, culpando a la falta de conexión simultánea de las plantas en el momento crítico.
El Papel del Regulador y el Futuro de la Estabilidad Eléctrica
La investigación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se erige como el árbitro final en la determinación de responsabilidades y la cuantificación de las posibles indemnizaciones, que podrían ascender a cientos de millones de euros. Mientras se espera su informe, el Gobierno ya ha emitido un dictamen preliminar que reparte la culpa entre las empresas eléctricas y el propio gestor de la red, señalando una planificación deficiente por parte de este último en los momentos clave del incidente. Curiosamente, en un giro adicional, Red Eléctrica también ha dirigido acusaciones hacia la CNMC, argumentando que modificaciones en procedimientos operativos cruciales, solicitadas por el operador del sistema y ejecutadas por el regulador en fechas cercanas al apagón, contribuyeron al problema. La resolución de la CNMC será crucial no solo para sentar precedentes legales, sino también para implementar medidas que garanticen una mayor estabilidad y seguridad en el suministro eléctrico futuro.


