Cambios en la cesta de la compra y señales de sustitución
La imposición de aranceles está empujando a un segmento de consumidores europeos a revisar qué compran y dónde lo compran. Según la encuesta, el 26% ha dejado de adquirir productos procedentes de Estados Unidos y un 16% ha reducido su gasto total. Este comportamiento no es homogéneo: muchos hogares sustituyen marcas extranjeras por alternativas locales o de terceros países.
¿Quiénes modifican más su comportamiento?
El ajuste del patrón de compra varía según el poder adquisitivo y las prioridades del hogar. Los bolsillos con mayor capacidad adquisitiva tienden a prescindir de productos premium importados, mientras que los hogares con menor renta recortan compras discrecionales para proteger gastos esenciales.
- Productos de lujo y tecnología: sustituidos o aplazados por un 30% de compradores.
- Bienes no esenciales como decoración o ciertos alimentos gourmet: caída relevante en la demanda.
- Artículos básicos: apenas impactados, según la dinámica observada.
Consecuencias sobre la inflación y las expectativas
Más allá del ajuste en el consumo, los aranceles influyen en la percepción sobre la inflación. Un grupo de consumidores ha elevado sus previsiones de precios a corto plazo, lo que puede condicionar decisiones de compra anticipadas y generar presiones temporales en los precios de ciertos bienes importados.
Efectos macroeconómicos y riesgos para el crecimiento
Si la tendencia persiste, la reducción del gasto discrecional puede traducirse en menor impulso para sectores dependientes de la demanda interna, afectando al empleo y la inversión. Algunos analistas señalan que una política arancelaria prolongada podría frenar el crecimiento del PIB en varios decimales porcentuales, principalmente por la caída en la confianza empresarial.
Qué pueden hacer empresas y responsables de política
Empresas: diversificar cadenas de suministro, ajustar estrategias de precios y reforzar ofertas locales. Responsables públicos: comunicar medidas de mitigación y vigilar efectos distributivos para proteger a hogares vulnerables. Estas acciones pueden reducir el impacto en el consumo y en las proyecciones macroeconómicas.
Reflexión final
Los aranceles han desatado una respuesta notable en las decisiones de compra de los europeos, con cambios visibles en patrones de sustitución y percepciones inflacionarias. La evolución dependerá de la duración de las tarifas y de la capacidad de adaptación de empresas y políticas públicas para amortiguar sus efectos.