Detalles técnicos del pulso sísmico
Esta mañana se detectó un evento sísmico de largo período en el flanco suroeste de la Caldera de Las Cañadas, localizado a unos 11 kilómetros de profundidad. Los registros apuntan a una magnitud estimada en torno a 2,2 y una amplitud que supera hasta ahora los valores habituales para este tipo de señales en la isla.
Interpretación y contexto geofísico
Los impulsos de baja frecuencia como este suelen relacionarse con el desplazamiento de fluidos en el sistema subterráneo. En términos prácticos, reflejan procesos de presurización y redistribución de líquidos y gases que afectan la red de fracturas y conductos internos.
Desde 2016 se ha observado un incremento en la detección de señales hidrotermales en la región; registros comparativos indican más de veinte episodios de características similares en los últimos años, lo que sugiere cambios sostenidos en la dinámica interna.
Implicaciones para la vigilancia y recomendaciones
Un solo pulso de este tipo no predice por sí mismo un evento eruptivo, pero su notable energía obliga a fortalecer el monitoreo. Es aconsejable combinar análisis espectral con observaciones geodésicas para comprender la evolución del sistema.
- Refuerzo de estaciones sísmicas y control de ruido ambiental
- Procesamiento en tiempo real de señales de baja frecuencia
- Integración de datos gravimétricos y de deformación
- Comunicación clara y continua hacia la población local
En resumen, la detección de esta madrugada constituye una pieza más en un patrón de actividad hidrotermal prolongado. Mantener la vigilancia y actualizar protocolos de análisis permitirá discriminar entre variaciones internas benignas y cambios que requieran medidas preventivas.


