Un impulsor de la radiotelevisión pública desde sus cimientos
Enric Canals, nacido en Tiana en 1952, falleció a los 73 años. Su trayectoria combinó labores periodísticas y ejecutivas que ayudaron a dar forma a la radiotelevisión autonómica en sus primeras décadas.
Transformaciones estructurales y expansión territorial
Durante su gestión se priorizó la expansión de infraestructuras y la presencia fuera de la capital. Fue una etapa en la que se establecieron sedes y delegaciones que permitieron una cobertura más cercana de la realidad local, así como la incorporación de lenguas propias en la programación. Ese enfoque contribuyó a una mayor diversidad en la parrilla y a una representación territorial más amplia.
De la redacción a la producción: fomentando industria propia
Antes y después de sus responsabilidades administrativas, Canals trabajó en prensa y radio y promovió productoras independientes que generaron documentales y series orientadas a recuperar memoria colectiva. Su impulso facilitó que equipos locales desarrollaran formatos que hoy sirven de referencia para proyectos regionales en otros territorios.
- Fortalecimiento de la estructura organizativa de la televisión pública.
- Impulso a la emisión en lenguas cooficiales dentro del territorio.
- Apoyo a la producción audiovisual independiente y a contenidos de archivo.
Legado institucional y retos pendientes
Canals ocupó puestos en organismos reguladores y de gestión cultural, donde defendió una visión institucional de la comunicación pública. Su perfil plantea preguntas actuales: cómo compatibilizar independencia editorial con financiación pública y de qué manera las televisiones autonómicas deben adaptarse a plataformas digitales para seguir siendo relevantes.
Qué deja su marcha para la televisión catalana
La desaparición de una figura como Canals invita a reflexionar sobre la transición generacional en los medios regionales. Su labor muestra el impacto que tiene la decisión administrativa en la pluralidad lingüística y en la capacidad de crear industria propia. El desafío ahora es trasladar aquellas iniciativas a un entorno digital y competitivo, manteniendo el servicio público como eje central.