Los costes de producción industrial registraron un descenso considerable en noviembre, marcando la mayor caída anual en el último año. Este retroceso del 2,5% respecto al mismo mes del año anterior representa una modificación sustancial de la tendencia observada en octubre y los meses previos, situando nuevamente la curva de precios en terreno negativo después de un breve periodo de crecimiento.
El Impacto Decisivo de los Precios Energéticos
La principal fuerza detrás de esta marcada desaceleración en los precios industriales fue, sin duda, la evolución del sector energético. La energía experimentó una contracción del 9,1% en su tasa anual, lo que supone un drástico descenso de 11,1 puntos porcentuales. Este abaratamiento se explica fundamentalmente por la disminución de los costes asociados a la generación, transporte y distribución de energía eléctrica, junto con una contribución menor pero significativa de la producción de gas.
Análisis de los Precios Industriales sin Energía
Al aislar el componente energético, los precios industriales en su conjunto mostraron un comportamiento diferente. En noviembre, la tasa sin incluir la energía se situó en un 0,5%, un dato que contrasta notablemente con el índice general. Este valor, seis décimas superior al registrado en octubre, y tres puntos por encima del promedio, subraya cómo la moderación de los costes energéticos ha sido el factor predominante en la reciente caída de la inflación industrial, masificando otras tendencias subyacentes en el sector.


