Pamplona ha vuelto a ser escenario de un sentido homenaje a las víctimas de ETA. En la Vuelta del Castillo, donde en 1985 fue asesinado el general de la Guardia Civil Juan Atarés, se reafirmó el compromiso con la memoria y la dignidad. Este acto, en fechas festivas, subrayó el inmenso coste humano del terrorismo y la persistencia de su legado en la conciencia colectiva.
Memoria: Baluarte Contra el Olvido
Liderado por la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo (Anvite), Vecinos de Paz y Fundación Tomás Caballero, el tributo mostró velas encendidas y un belén, símbolos de luz y esperanza. El mensaje es claro: la historia del terrorismo no puede ser reescrita ni edulcorada. Mantener viva esta memoria es crucial para contrarrestar cualquier intento de minimizar la barbarie o relativizar el sufrimiento de las víctimas, sirviendo como un bastión de la verdad.
Desafío al «Blanqueo» del Legado Criminal
Un eje central del acto fue la contundente denuncia contra el «blanqueo» del entramado que arropó a ETA. Pese al cese de la violencia armada, persiste una estrategia para normalizar y legitimar a exmiembros. Esta ofensiva narrativa, según los participantes, es una afrenta directa a la memoria de los asesinados y una amenaza a los pilares de la democracia. Defender la verdad histórica se erige como una responsabilidad cívica ineludible.
Un Llamamiento por la Dignidad Ciudadana
El homenaje trascendió la conmemoración para instar a la ciudadanía navarra a superar la indiferencia y el miedo. Se les animó a asumir un rol activo en la defensa de la dignidad de las víctimas y la integridad histórica. La presencia de familiares, políticos y miembros de la Guardia Civil evidenció una unidad vital. La convicción es que las lecciones del terrorismo deben permanecer presentes para las futuras generaciones.
El acto en Pamplona reitera que la memoria de las víctimas de ETA es un pilar irrenunciable para la sociedad. Estos tributos no solo honran a los caídos, sino que son cruciales para preservar la verdad histórica, fortalecer los valores democráticos y construir una convivencia basada en el recuerdo y la justicia.
